Segunda parte de la entrevista a Laura Rodríguez Arriaga, premio Joven Investigadora en Física Experimental 2019 de la Real Sociedad Española de Física – Fundación BBVA.

Alejandro - ¿Nos podrías contar cómo fue tu paso por la universidad?

Primero empecé Química en la Universidad Complutense de Madrid y, como en segundo te permitían simultanear, empecé Física al año siguiente. Desde ese momento estudiaba mi curso de Química y también unas cuantas asignaturas de Física cada año. Una vez terminada Químicas en los años que establecía el programa, me puse en serio con la Física a la vez que hacía mi doctorado.

En Química me especialicé en Química Fundamental, centrándome en Química-Física, mientras que en Fisica me especialicé en Materiales, de forma que siempre he estado muy en contacto con ambos mundos. Hoy en día, de hecho, trabajo en Física de la Materia Blanda, donde los aspectos físico-químicos, químicos y biofísicos del sistema determinan sus propiedades. Al final pude encontrar mi camino dentro de unas licenciaturas que no tenían unos planes de estudio tan especializados. Según avanzó mi carrera fui buscando mi sitio, y lo encontré en un punto intermedio entre ambas disciplinas.

En cuanto a los hobbies, la verdad que mi vida ha sido siempre la ciencia. Siempre me ha gustado mucho, y es a lo que dedicaba mi tiempo. Eso no quita que tenga un grupo de amigos desde que era pequeña y que hayamos salido juntos, quedado… He tenido una vida muy normal en ese aspecto.

Alberto - ¿Alguna vez a lo largo de tu carrera te has sentido frustrada por no alcanzar ciertos objetivos, ciertos resultados?

Si, yo creo que la frustración es algo que acompaña a nuestra profesión a diario. Por cada éxito tienes un montón de fracasos, esto es así. Por ejemplo, tardé cerca de un año en desarrollar la técnica en la que ahora baso todos mis modelos, la microfluídica de vesículas. Estuve un año pegándome con unos dispositivos que no funcionaban, que no hacían lo que yo quería… Mi supervisor en Harvard de ese tiempo me dijo “inténtalo 3 ó 4 meses y, si no sale, ponte a hacer otra cosa, porque otros ya lo han intentado antes…”. Y al final salió.

La frustración es algo que acompaña a la investigación. Y yo siempre se lo digo a los estudiantes que trabajan conmigo: por cada cosa que sale, hay muchas otras que no. Pero cuando sale, la satisfacción es tan grande que hace que quieras seguir con este gusanillo y te piques con la investigación. Sobre todo durante el tiempo de la tesis doctoral. Es entonces cuando te das cuenta si esto es para ti o no. Si el problema te obsesiona y sigues preguntándote c´´omo resolverlo, entonces es que esto te motiva. Ahora bien, si esto no ocurre durante tu tesis doctoral, no ocurrirá después.

Miriam - ¿Y cómo conseguiste encontrar ese algo que te motivara tanto?

Bueno, yo la verdad que he tenido unos mentores estupendos. Dar con la gente adecuada y que esa gente tenga un grupo de colaboradores extenso que te enseñen a mirar al mundo de manera diferente, a hacerte las preguntas correctas, eso ayuda mucho. Yo te diría que busques un científico de referencia que pueda ejercer esa función de mentor, porque con él, y todo su grupo de colaboradores, encontrarás tu sitio. Y para encontrar a alguien así el hay que conocer, hablar con cuanta más gente mejor. Y si empiezas a hacer investigación en un grupo y no te llena, pasa al grupo siguiente, y si no, al siguiente. Porque al final esto consiste en buscar lo que te motiva. Y sólo cuando lo encuentres darás lo mejor de ti.

Alejandro - En tú caso, Laura, siempre has tenido esa pasión por la ciencia y el querer dedicarte a la investigación. Pero seguro que varias personas que nos leen están acabando el grado o haciendo el master, y se estén planteando el hacer un doctorado. ¿Cómo les ayudarías a ellos a decidir si hacer o no ese doctorado?

Yo creo que tienen la oportunidad de verlo a través de los trabajos de fin de grado y de fin de máster. El TFG a veces es más bibliográfico y sólo didáctico, pero el TFM es en general (aunque depende de la universidad) más exploratorio. Aquí se puede ver cómo es trabajar en investigación. Es una muy buena oportunidad para ver el funcionamiento del grupo y ver qué tipo de cosas se requieren para dedicarse a la investigación. Recomiendo mucho aprovechar esta etapa para hablar con todos los investigadores y profesores al alcance, que somos gente abierta y cercana. Si un estudiante te pone un email para poder hablar de estos temas, yo lo daría todo para tuviéramos una conversación e intentar clarificarle cómo es esta profesión.

Miriam - ¿Recomendarías a jóvenes investigadores que salieran a explorar otros países y sistemas?

No es sólo que lo recomiende, si no que creo que es necesario para tu desarrollo como científico que salgas y veas como se trabaja en otros sitios. No puedes basarte solo en lo que se hace aquí. Y de hecho, cada vez es un requisito más indispensable para conseguir una posición de investigador aquí el que hayas salido. Es un requisito a nivel estatal para ir consiguiendo becas públicas, el que te hayas movido. Además, es súper enriquecedor, y es la única manera de aprender a hacer ciencia. Y no solo la ciencia de tu primer y único mentor, si no tener varios, para ir desarrollando tu propio estilo, y poder abarcar problemas más amplios.