En este final del mes de octubre, una representación del Grupo de Estudiantes de la RSEF ha estado presente en la conferencia Space Forum (NaFSKI-VI) celebrada en la preciosa y fría ciudad de Sofía, en Bulgaria, y organizada por Branch Cosmos, la asociación puntera en cuanto a ciencia y educación de física en esta nación. A continuación, paso a relatar los highlights (científicos y no tanto) de esta experiencia.


El primer día de conferencia, la doctora Stefania Ciliberti nos habló sobre sistemas operacionales de observación y forecasting del océano, formando parte del consorcio NOWSystems presente en Madrid, Zaragoza y Santiago. El Servicio Marino Copernicus es una de las puntas de lanza de la Unión Europea en cuanto a investigación del cambio climático, conectando el espacio con el océano. La doctora comentó los principales retos en la actualidad y los avances en futuras misiones espaciales que pretenden impactar positivamente en la problemática.

El día prosiguió con interesantes charlas bajo la temática de la observación espacial, yendo desde los avances y el potencial de Bulgaria en observatorios solares hasta los últimos descubrimientos de exoplanetas y clústers estelares. Después de esta intensa jornada, había que reponerse con una sopa búlgara picante (recomendación: si alguna vez queréis probarla, pedidla con poco picante, jejeje).

El segundo día, las sesiones fueron moderadas por la doctora Stella Tkatchova, gerente del Consejo Europeo de Innovación para sistemas y tecnologías espaciales. Los distintos paquetes de trabajo del Pathfinder de la Unión Europea para la captación de energía solar en el espacio fueron desgranando sus objetivos, avances y perspectivas de futuro.

Entre ellos, una de las ponencias más interesantes fue la ofrecida por la profesora Francesca Brunetti, de la Universidad de Roma Tor Vergata. Se describieron tecnologías prometedoras y que rompen con los paradigmas tradicionales, tanto en innovación como en sostenibilidad. Un ejemplo es el Sunlight-Pumped Laser (SPL), proyectado para colocarse en satélites con células solares orgánicas, provenientes de fuentes renovables sin perder eficiencia fotovoltaica y acopladas con generadores biomiméticos de haces láser (casi nada).

Otra atractiva aplicación consiste en la propulsión ecológica para naves en órbita. En contraste con los combustibles usados en la actualidad, que causan problemas tanto en tierra como en el espacio debido a su toxicidad, este proyecto propone el lanzamiento de satélites sólo con agua a bordo, desarrollando procesos de síntesis electroquímica y con plasma para cumplir los objetivos de autonomía. Además, cuenta con la participación española de Gonzalo Sánchez-Arriaga y su equipo en la Universidad Carlos III de Madrid.

Para acabar, un servidor presentó el primer estudio extensivo a todo el Sistema Solar (si hay otro, no lo he encontrado) sobre la transmisión láser de alta potencia en los planetas y principales satélites, haciendo balances entre las distintas atmósferas y las eficiencias fotovoltaicas que distintos materiales podrían ofrecer. Si queréis saber más, 20 “likes” y hago una entrada sobre esto JAJAJAJA.

El día tuvo un cierre perfecto, con una cata de zumos de cebada búlgaros compartida con científicos de distintas nacionalidades. Hubo tiempo para comenzar a forjar alianzas y sinergias, algunas de las cuales acabarán en colaboraciones (irónicamente, es verdad eso de que el verdadero networking está más en los bares que en el propio congreso). Yo, por mi parte, hice spam de lo genial que es la RSEF y el GdeE. Perdón por la turra, investigadores italianos randoms :)

La última jornada en Sofía estuvo más dedicada al turismo que a la ciencia, para qué nos vamos a engañar. Eso sí, no nos podíamos perder la ponencia de Amir Shahriyari, nuestro colega de la Universidad de Santiago de Compostela (¿para cuándo un ENEF allí? Porfa, lo necesito). Nos hizo un maravilloso repaso del estado del arte en transmisión de energía sin cables para la exploración espacial, tratando puntos como alineación de haces, escalabilidad y gestión térmica. Tras esto, un free tour nos enseñó los lugares más bonitos y emblemáticos que escondía Sofía, una ciudad con una rocambolesca y movida historia en la que han convivido y conviven distintas culturas, nacionalidades y religiones, lo cual la hacen única y totalmente merecedora de una visita.

La noche acabó con un poco de wine tasting (que no se pierdan las buenas costumbres), la visita a algún que otro antro típico de dudosa naturaleza, y la melancolía de estar tomando los últimos sorbos de una experiencia en un lugar nuevo justo cuando comenzabas a acostumbrarte. En todo caso, para que esto no acabe de forma triste, me quedo tres consejos/reflexiones positivas:

- Los congresos son lo mejor. La ciencia no es nada sin compartirla, y eso lo sabemos muy bien en el GdeE. Id a congresos, hackatones, jornadas y todos los eventos socio-científicos que podáis.

- Viajar es lo mejor. Viajad todo lo que podáis, y en concreto, a Bulgaria si tenéis la oportunidad. Luego me lo agradeceréis jejeje.

- El ENEF es lo mejor. Pese a ser un evento hecho por y para estudiantes, no tiene nada que envidiar a congresos más generales o con más repercusión. Gracias a haber ido a varios ENEFs, considero que he aprovechado esta experiencia muchísimo mejor. Id al ENEF. A todos. Y al ICPS también.

Para los lectores que se queden con ganas de más, os dejo el enlace al libro de abstracts . Muchas gracias, Enrique, por dejarme poner estas pinceladas en una ventana tan chula como el Blog*.


Os manda un abrazo y os quiere mucho,


Manu Peralta.


* N. del E.: De nada, crack. Que todo el mundo se anime a subir cositas, este es el Blog del Grupo ;) </i>